Por Camilo Bahamondes Albie

Abogado colaborador de Chileufú

En el último libro del Profesor Howards Richards McHune titulado “Teoría Económica y Desarrollo Comunitario” (2022)[1] podemos tener una aproximación muy interesante sobre el concepto sensible y cualitativamente determinante como es el de “humillación estructural”.

Se cita a continuación directamente el capítulo dos de esta magnifica y necesaria obra, titulado “dos hechos apabullantes” señalando en ello lo que el profesor Richards promueve en el plano de lo axiológico con el fin de ser incluidas estos pensamientos en las consideraciones que puedan hacerse en materia económica, al postular que “la humillación es un concepto psicológico relevante para la teoría económica. La humillación estructural es normal e inevitable, dada la estructura social básica actualmente dominante. Por ‘humillación’ queremos decir la humillación del orgullo, que crea mortificación o conduce a un estado de ánimo humillado. Es una emoción que siente una persona cuya estatus social ha disminuido o cuyo bajo estatus social bajo acaba de demostrarse públicamente.[2] Esta forma de pensar sobre la humillación como perdida del «estatus social» es una construcción derivada de la investigación psicológica intercultural, especialmente la de Evelin Lindner.[3]

Howards Richards continúa en su obra identificando y describiendo sus ideas que cobran bastante relevancia y vigencia en este año 2022 al ser publicadas, cando señala: “las estrategias de cambio social eficaces tendrán en cuenta que la redistribución de los ingresos para mover los recursos hacia donde se necesitan puede ralentizar o detener la producción. Puede llevar a que no se satisfagan las necesidades que estaban siendo satisfechas antes de la redistribución, y no solo porque, por ejemplo, aumentar los salarios o los impuestos puede hacer que negocios anteriormente rentables no sean rentables. La producción puede ralentizarse o detenerse por razones políticas (porque la estrategia de cambio social tiene enemigos poderosos) incluso cuando la producción sería rentable. Ésta es una razón para preferir el consenso al conflicto siempre que sea posible. Sin embargo, no es una razón para preferir la sociología del «consenso» de Talcott Parsons sobre la sociología del «conflicto» de C. Wright Mills. De hecho, reconocer las realidades del conflicto proporciona razones para preferir el consenso”.[4]

En fin, tal como don Howard expone en sus charlas públicas de este año en curso[5], “ya no es postergable la tarea de incluir a los pobres postergados. El despertar chileno de Octubre de 2019 fue una manifestación chilena de un hecho global. Los excluidos no aguantan más la exclusión. Como terminar con su exclusión define una serie de conversaciones necesarias. Es palmario que hasta ahora, en tres años, no hemos aprendido todavía como lograr esta meta impostergable.

Ojo. Los incluidos, los ganadores en el juego de la vida, a la misma vez tenemos que transformar nuestras mentalidades y nuestras formas de vivir. Hoy son los ricos quienes más destruyen la biosfera, no los pobres. Y si los pobres tienen como única aspiración vivir como los ricos, la fórmula del fin de la existencia humana es ostensiblemente real.

Se sigue, pues, que simplemente para sobrevivir físicamente, se imponen conversaciones necesarias para motivar formas de vida sustentables entre los ricos. Motivando formas de vida sanas, solidarias y frugales, entre los que ya gozamos de vidas por lo menos medianamente dignas”.

Como podemos apreciar, tenemos un estas ideas, un filósofo que intenta con eficacia el poder repensar la economía, de forma en que esta rama del pensamiento, dentro de sus propios códigos, incorpore en sus ecuaciones y cálculos, o bien se plantee dentro de la disciplina económica su quehacer desde un replanteamiento de su dimensión deontológica y de los elementos que integran su método.

[1] “Economic Theory and Community Development” (2022) publicado por Dignity Press, aún pendiente de ser traducida al español pero ya disponible al público en general en inglés.

[2] Estas palabras son del artículo de Wikipedia sobre humillación.

[3] Evelin Lindner, Humillación y conflicto internacional (Santa Bárbara, CA: Praeger, 2006); y otras obras del mismo autor.

[4] Norbert Lechner, La conflictiva y nunca acabada construcción del orden deseado (Santiago: FLACSO, 1984); (Madrid: Siglo XXI, 1988). Este es uno de los clásicos de la autocrítica de la izquierda chilena tras el golpe militar de 1973.

[5] Por ejemplo, en la charla titulada “Conversaciones Necesarias”, del 22 de Octubre de 2022, en Fundación Lumbre, Limache, Chile”